Lo que cuesta en Chile encontrar el porqué

PERIODISMO

Tras la derrota de la selección nacional, un silencio sepulcral cubrió las calles de Valparaíso. Ni la bandera pintada en la cara podía ocultar el desdén que sentían los hinchas. Yo desde la micro pensaba en la influencia que ejercía un partido de fútbol enmarcado en un mundial. Pero había cosas más importantes que ver e indagar. Como el paro que hace poco protagonizaron los trabajadores del Metro de Valparaíso (Merval).

Llegué a la Universidad a eso de las 15:00 horas. El profesor de Historia de Chile sumaba otro partido perdido al cúmulo histórico de batallas futboleras de la roja, mientras su discurso saltaba hasta los tiempos de la colonia. Donde los derechos eran exclusivo privilegio de los españoles beneméritos. Le puse atención hasta que dijo que las diapositivas las enviaría por correo, y como casi todo lo que habla lo tiene escrito ahí, concluí que no era tan necesario prestarle mayor atención. Saqué el notebook, y comencé a buscar información acerca del paro del Merval.

La Tercera, El Mercurio, El Mercurio y La Estrella de Valparaíso, Canal 13 y varios canales y periódicos conocidos solo exponían que los trabajadores aún no llegaban a acuerdo, y que la medida estaba causando molestias en la ciudadanía por la congestión vehicular. Pero ninguno exponía las razones. En fin, periodismo informativo dije. Pero debía encontrar las causas, porque o sino de qué manera planteo una opinión, ¿basado en el relato superfluo y supuestamente inocente de los hechos que realizan los medios pertenecientes al duopolio de la prensa escrita, o a las noticias de los canales en manos del grupo económico más poderoso del país? Claramente no. Y si lo hiciera siguiendo esa línea, podría sencillamente decir, que los trabajadores están perjudicando a los ciudadanos que desean llegar a sus puestos de trabajo, y de paso, se producen atochamientos por culpa de su medida, exagerada, ya que existen otros medios de negociación que no alteran el orden social.

Sin embargo, después de más de una hora de búsqueda, pude encontrar un medio en línea que exponía las razones del paro de los funcionarios. Mis ojos se iluminaron, mi corazón latió con mayor firmeza, y cada palabra parecía una revelación hecha por Yahvé. Y es que así se siente uno cuando encuentra algo que buscaba con ahínco.
En un tesoro se ha vuelto la información en estos días, no solo porque el mundial sea una cadena montañosa como Los Andes que cubre todo aquello que queramos ver. Si no también por el ya naturalizado orden de las cosas en Chile.

Los medios de comunicación masiva están en manos de unos pocos que poseen intereses económicos y políticos bastante definidos y conocidos. Pero los chilenos no hacemos nada. Siguen egresando y titulándose cientos de periodistas por año, y pocos son los que optan por otros caminos que no sean los medios pertenecientes al duopolio. Como si no hubiera opción. Y claro que las hay. Pero la comodidad y seguridad que entrega un empleo en estos medios es mejor. Y por ello se puede vender la conciencia, y omitir, minimizar la realidad, exagerar algunas variables, y hasta mentir.

Ya lo denunció María Olivia Monckeberg en “Los Magnates de la Prensa”, y la ciudadanía lo sabe, pero no lo internaliza, y no posee la convicción necesaria que se necesita para no leerlos, escucharlos, ni verlos más. Pero es curioso que un estudiante que cursó cinco años una carrera donde todos los días se criticaba la postura de los medios, y se daban a conocer alternativas, salga de las aulas, donde él también fue parte de esa crítica, y entre a los grandes edificios donde día a día se fabrican los relatos que producen la opinión pública.

paro-merval
Por Yovanny Torres Malpu

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