La vigencia de Emociones Clandestinas
MÚSICA
El sábado pasado, con un “star line up” que incluía a ex integrantes de los Santos Dumont, a un ex Petinellis y al batero de Julia Smith, se presentó la mítica banda penquista Emociones Clandestinas. Yogui Alvarado, frontman y único miembro original de la banda, deleitó a un público que coreó las canciones y se dejó seducir por nuevas melodías maceradas por el recuerdo.
Ya es tarde y la gente en el Averno obliga, sin obligarle a nada, en absoluto, al cantante a subirse al escenario. Se escuchan vítores y aplausos. Se corre el cortinaje emancipador del audio. Estamos frente a una banda con actitud que dispara contra el neo liberalismo, contra la hipocresía administrada por el Estado y sus agentes. Un discurso nada panfletario y muy acorde con la situación que vive nuestro país. Se realizan versiones nuevas de viejos clásicos y el público lo agradece. Muchos de estos temas (pienso en Cajitas rectangulares y Un nuevo estilo de baile) tienen algo tremendamente contemporáneo en la forma de acercar a la gente a ciertos tópicos. La soledad y el aburrimiento nunca pasan de moda. El desconcierto tampoco. Digo, para los adolescentes. Y Alvarado, con cierto dramatismo, hace de estas composiciones pequeños himnos destinados a reflejar aquello que le abruma y le toca de manera directa. La pose de rock star de poco le sirve. Al tipo, más allá de que siga cantando temas escritos hace más de veinte años, se le ve convencido y desafiante en su lirismo que es en definitiva una postura.
A mí me gustó escucharlos pese a lo breve de la presentación. Habrá que esperar para volver a verlos tocar en vivo. Tendremos, nosotros, los espectadores, la audiencia, que hacernos la idea de que veinticinco años (que es lo que cumple este año Abajo en la costanera, su único disco editado) no son nada. Ni temporalmente, ni emocionalmente.
Por Carlos Peirano
Fotografías de Scarlett Segura