La herencia Yagán de la Julia
RAICES Y HERENCIA
Teje la historia con junco y corteza un relato de viento y mar eterno, de navegantes silenciosos y mujeres corajudas. Teje el recuerdo una esperanza de recuperación de modos de hacer las cosas, de formas de vivir. Teje el junco la Julia con gracia y experiencia mientras busca en su cabeza remembranzas de su pueblo que lucha por no desaparecer.
Julia González Calderón es mi nombre. Soy descendiente Yagán, artesana, trabajadora del junco y la corteza de coigüe, hago canoas de diferentes tamaños como es tradición, pero también creo cosas nuevas. Me gusta crear… ¿Y sabe por qué? Por el puro gusto de crear no más.
Julia vive en Puerto Williams en la lejana comuna de Cabo de Hornos, territorio habitado históricamente por los Yaganes, pueblo indígena caonero del inicio de mundo. Ella junto a sus hermanos y familiares luchan diariamente por desempolvar los recuerdos heredados por sus ancestros y despertar la cultura viva entre las nuevas generaciones.
¿Cuándo aprendió a tejer junco?
Yo aprendí de la tradición Yagán. Aprendí de mi mami a tejer y ella lo hizo de mi abuela. Lo mismo con la lengua, mis padres hablaban Yagán y cuando ellos fallecieron me dejaron como herencia esos aprendizajes. A mi mami le gustaba mucho enseñar el tejido, el trabajo, las comidas, el uso de las plantas medicinales, el Xiejaus.
¿Cómo se trabaja el junco?
Hay que ir a buscarlos bien lejos, porque ya no está en todas partes, de a poco ha ido desapareciendo. Después se hierve y se deja secar al sol (cuando hay sol) y ahí recién se puede empezar a tejer. Hay tres tipos de tejidos dependiendo si es calado o no.
Antes hacían canastos tejidos con junco para guardar los frutos del campo y los calafates, pero también para guardar sus cosas por eso este tipo de artesanía es muy valorada por los extranjeros, pero no mucho por los chilenos. Yo también vendo hartas creaciones mías con el mismo punto porque me gusta crear cosas nuevas.
¿En qué consiste Xiejaus?
Es un baile Yagán que ahora yo me he preocupado de enseñarles a mis sobrinas. Cuenta historias, se asemeja en movimientos a las canoas, a los navegantes, al fuego, los pájaros, el cóndor y el albatro. No es fácil de entender pero a las niñas les ha gustado aprenderlo, eso sí, antes lo bailaban hombres y mujeres y ahora cuesta mucho que los varones se atrevan a participar de esto.
¿Con qué música se acompaña la danza?
Hoy en día nosotros ocupamos como música un CD con los cantos tradicionales de mi mami Ürsula Calderón. Primero usábamos solamente su voz, sin música, en una radio normal. Mi mami la grababa cuando iba a Punta Arenas a colegios y a hacer charlas pero se escuchaba remal. Después preguntando, una amiga nos llevó donde un muchacho que tenía un estudio de grabación y este mismo chico le puso música, “Lluvia Ácida” se llama el grupo y ellos tenían otro estilo al comienzo pero cuando escucharon a mi mami empezaron a hacer una música un poquito más suave que me ayudo a recordar a través del sonido como se movían ellos cuando yo los veía bailar, especialmente recordé a mi mami y a la tía.
En realidad lo que yo no sabía era como integrar esa música al baile, a mis recuerdos, por eso no podía explicárselo antes a los demás.
Hoy, gracias al ejercicio constante de ustedes por enseñar a los niños a valorar su propia cultura hay un evidente respeto por la tradición. Pero ¿Cómo fue su infancia?
A algunos los discriminaron, pero yo nunca estuve bajoneada, cuando en el colegio me decían india, yo respondía “bien me parece”. No me importaba porque yo sí estaba interesada en lo que hacía mi familia, siempre quise saber más, preguntaba a los mayores qué bailaban, qué comían, pero claro, en ese tiempo yo no sabía si estaba rescatando algo, solamente me interesaba.
¿Cómo fue el proceso de desaparición de los Yaganes en el territorio austral?
Cuando llego la gente blanca y empezó a ponerles ropas, porque ellos andaban siempre desnudos, se mojaban y se secaban bien y así vivían, pero cuando llegó el vestuario no conseguían sacarse la humedad y quedaban mojados con la ropa puesta y así se fue enfermando la gente , se murieron por problemas pulmonares y otros males. Bueno, al final todas las enfermedades las trajeron los blancos y fueron ellos mismos lo que cambiaron todo, incluyendo la lengua.
¿Cuántos hablantes de lengua Yagán hay en la zona?
De corrido habla la tía Cristina (Calderón), nosotros estamos aprendiendo más en los talleres de lengua que ella hace. Yo también ayudo enseñando con mi sobrina Claudia en el jardín a los niños más pequeños, ella sigue con el interés, y eso es bueno porque así no estoy yo sola en esto.
¿Cómo es el vínculo que hoy tienen con el mar?
La relación con el mar se ha roto porque ya no hay permiso. Nosotros crecimos navegando, con pocos años ya andábamos solos en los botes, ahora para navegar hay que estudiar, pedir permiso y sacar carnet, nosotros antes vivíamos navegando y nadie nos decía nada.
¿Cuál es el rol de la mujer en la comunidad Yagán?
Las mujeres siguen siendo las que más trabajan, sobresalen mucho. A los hombres les falta un empujón, yo me acuerdo cuando empezamos a hacer danza pensamos que las niñas eran buenas para el baile y tanto que bailaban música de la radio que seguro les va a gustar la danza Yagán. Empezamos en la casa a ensayar, yo les contaba como era antes, les explicaba más o menos lo que tenían que hacer y ellas solitas empezaban a armar sus coreografías. A veces los hombres nos decían “ya están otra vez en eso” y nosotras decidimos no contarle nada a nadie y en secreto ensayar harto tiempo, pero también yo quería hacerlo sola también para a ver si me acordaba de lo que había visto cuando niña. Un día lo presentamos a toda la gente en un acto del día de la danza y sabe que fue muy bueno, hubo una emoción muy grande entre las personas de acá y sabe que después de eso mi familia y la gente en general nos valoró mucho más, todos se emocionaron, y pienso que eso pasó porque algunos se acordaron de cómo era la vida antes…
¿Le gusta vivir acá?
Me gusta vivir acá, para pasear me gusta ir a otros lados, pero aquí para vivir me gusta todo. Afuera hay tanto ruido y ese el olor… en cambio acá es pacífico, tenemos aire limpio y si hay frío le hecho algo leña al fuego no más y listo.
Texto y fotos: Lorena Álvarez Chávez
Abril 14th, 2011 at 8:43 pm
Qué recuerdos!!! porque yo viví allá en Puerto Williams, compartí y estudié con niños yaganes… que tenían la mirada triste pero un gran corazón.. Eran muy laboriosos pero sin muchas expectativas…. Me da pena que hayan perdido tanto de su cultura pero a la vez feliz porque algo está recuperando la Sra. Julia.
Gracias por el reportaje,,
Abril 18th, 2011 at 2:58 pm
Soy integrante del dúo magallánico de música electrónica
LLUVIA ACIDA. Para nosotros fue un honor el ayudar a difundir la voz de Úrsula Calderón a través del disco “KULUANA”, el cual fue mostrado en recitales en Stgo., Pta. Arenas y Pto. Williams. Todas estas vivencias están recopiladas en el documental “KULUANA”, que será mostrado en Stgo. el próximo domingo 22 de Mayo en el Centro Cultural MATUCANA 100. Siempre estaremos apoyando a la preservación del patrimonio cultural YAGÁN, el pueblo más austral del Mundo. Saludos cordiales
Abril 18th, 2011 at 3:07 pm
Disco “KULUANA” disponible para libre descarga en http://www.pueblonuevo.cl/kuluana.htm
Abril 18th, 2011 at 11:44 pm
excelente texto lolita,bacan los lluvia acida, que tb compartieron con nosotrxs su trabajo en conjunto con la Kuluana ursula
Abril 12th, 2012 at 12:56 pm
Julia, en primer lugar te felicito por lo que haces. Soy argentino, vivo en Ushuaia y soy un apasionado de la cultura originaria de esta tierra. Me interesaria contactarme con vos porque deseo hacerte un encargo. te mando un fuerte abrazo austral. luis