¿Qué demandan los estudiantes?

LA CALLE

El pasado 27 de abril, la ministra de Educación, Adriana del Piano, anunció que la cifra de beneficiados por la gratuidad rondaría entre los 125 mil y 130 mil estudiantes; casi un 50 por ciento menos de los 264 mil beneficiados que anunció la Presidenta Michelle Bachelet en su cuenta pública el 21 de mayo de 2015.

Luego del anuncio, las críticas por parte de los estudiantes no se hicieron esperar. Las dirigentes estudiantiles y voceras de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), Marta Matamala y Camila Rojas, fueron las primeras en tomar la palabra, sumándose el vocero de las universidades privadas, Gabriel Iturra.

El rechazo generalizado se transformó en una manifestación el día jueves 28 de abril, en el frontis de los ministerios de Hacienda y Educación y un llamado a “tomar la ofensiva” durante el mes de mayo.

Desde la Confech acusan al Gobierno de haber dado falsas esperanzas a miles de familias, de “disfrazar una beca” como gratuidad, de hacer caso omiso a las demandas estudiantiles y, por sobre todo, de no hacerse cargo del problema estructural de la educación.

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Las principales críticas hacia la gratuidad

Más allá de la crítica por la baja cobertura que tendrá la gratuidad, los estudiantes reclaman que esta medida es más parecida a las becas que ya existían que a una gratuidad universal. Camila Rojas, presidenta la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), explicó que “la forma de obtención del beneficio y las condiciones que trae son casi idénticas a los beneficios que ya teníamos antes”.

A pesar de que el Ministerio de Educación ha insistido en que la gratuidad se diferencia de las becas porque no pone condiciones y cubre además la matrícula, la presidenta de la Fech insiste en que, tanto condiciones académicas como avances curriculares, son exigencias que no hace directamente el ministerio pero sí las universidades. Por lo tanto, para Rojas esta gratuidad es “muy similar a la beca Bicentenario”.

En la misma línea, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago de Chile (Feusach), Marta Matamala sostiene, “yo me pregunto cuántos de los estudiantes que recibieron gratuidad este año no son los mismos que el año pasado recibieron la beca Bicentenario, la Presidente de la República”.

El problema, explica Matamala, es que la gratuidad no forma parte de una reforma estructural y profunda al actual sistema educativo, sino que corresponde a un ajuste menor que se otorga vía glosa presupuestaria y, por lo tanto, no se hace cargo de otras brechas que impiden que estudiantes vulnerables ingresen a universidades de calidad.

“El problema es que tú no le puedes poner requisitos a las universidades para que puedan entrar los alumnos vulnerables. Entonces hay muchos estudiantes que cumplen con ser del 50% más vulnerable del país, pero que no pasan la barrera de acceso a la universidad que es la PSU”, agrega Matamala.

Finalmente, la dirigente estudiantil afirma que la gratuidad ayudará a algunas familias cuyos hijos estudiarán gratis, mientras otras aún deberán recurrir al Crédito con Aval del Estado. “Esa es una preocupación real, que nos hace pensar que esta reforma es simplemente humo”, enfatiza Matamala.

“A tomar la ofensiva”

Durante la mañana del jueves 28 de abril, cerca de 50 estudiantes encabezados por dirigentes de la Confech se dirigieron al Ministerio de Hacienda para protestar sobre la baja inversión presupuestaria realizada por dicha cartera a la gratuidad, en comparación con la alta cantidad de dinero que se asigna a los bancos.

Posteriormente, los estudiantes se dirigieron al Ministerio de Educación, donde cuatro dirigentes se encadenaron en el frontis. Mientras otro grupo de estudiantes desplegaba un lienzo a favor de las demandas de los estudiantes.

Gabriel Iturra, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Central de Chile y recientemente electo vocero de las universidades privadas miembros de la Confech, indicó que debido a la “nula respuesta” que han recibido del Gobierno, en el última reunión de la Confech se decidió “pasar a la ofensiva y eso significa un calendario de movilizaciones”, donde se incluía la manifestación el día 28 de abril en las afueras del Ministerio de Educación.

Además, asegura que las movilizaciones se mantendrán e irán en ascenso en la medida en que el Gobierno no escuche a los estudiantes. Por lo que, ya se anuncia que para el día 11 de mayo hay un llamado a paro nacional y el día 17 hay una jornada reflexiva.

Iturra también adelanta que “si el resultado del discurso presidencial del 21 de mayo es negativo ante nuestras propuestas, vamos a radicalizar más las medidas”.

Fuente: Radio JGM

Foto: Prensa Opal (facebook)

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